En reciente encuesta realizada a la ciudadanía, ha quedado demostrado de que, lo que estima la población, es que la energía en Chile es muy cara.

Claro, así es, si nos comparamos con algunos otros países incluso cercanos, sin embargo, estimo que los resultados de la encuesta merecen algunos comentarios al respecto.

Lo menciono porque los resultados están indicando una apreciación muy de corto plazo. Efectivamente podemos decir que el precio de la energía hoy es alto (de igual forma concepto muy relativo), sin embargo, en el futuro será bajo.

En efecto, en estos últimos años se han realizado una serie de licitaciones de suministro eléctrico, cuyos resultados de adjudicación se verán en unos años más.

No solo eso, se tuvo la inteligencia de incorporar bloques de energía, que de alguna u otra forma, permitieran la incorporación de las energías renovables no convencionales, tales como la solar y la eólica, y en un futuro cercano, la geotérmica y la maremotriz.

Todas estas tecnologías son aquellas que, en el mediano plazo, permitirán que Chile, disponga valores de la energía mucho más inferiores de los que estamos viendo hoy día.

 
En consecuencia, la población, en unos años más, verá como los precios de la energía irá disminuyendo gradualmente. Esto, gracias al proceso licitatorio adoptado y también debido a las tecnologías ERNC.

En la década de los 80´s hablar de las ERNC era como hablar hoy de la tele transportación. Quién hablaba de energía eólica en esa década, por ejemplo, era mirado como un bicho extraño extra planetario.

Hace 10 o 15 años atrás no se veía siquiera un panel fotovoltaico ni tampoco una turbina eólica instalada en nuestro país (a pesar de que son tecnologías de la década del 50). Sin embargo, hoy, vemos como el sector energético renovable se ha venido desarrollando de una manera exponencial.

Es cuestión de viajar por tierra por nuestro país para ver una infraestructura impresionante de plantas solares y eólicas. En el futuro veremos lo mismo en materia de energía de concentración solar de potencia, geotérmica y maremotriz.

Toda esta infraestructura permitirá ir reduciendo aún más los precios de la energía. Eso será así, y en consecuencia, la población se verá beneficiada gracias a las energías renovables, las que además, disponen la gran ventaja de no contaminar.

 
A este proceso debemos agregar que muchas localidades, sin duda alguna, se verán más beneficiadas, en la medida de que estas adopten la implementación de sistemas energéticos autónomos, sustentables e independientemente de la red.